ENTRENAMIENTO

Ventajas de practicar natación

En cada uno de mis posts hago énfasis en la importancia de practicar un deporte y llevar una dieta balanceada, para tener una mejor calidad de vida tanto física como emocional.

La natación es el deporte más completo, y lo es porque es un ejercicio aeróbico en el que se ven implicados dos tercios de los músculos del cuerpo, potenciando la fuerza, la resistencia y la flexibilidad.

Además, se puede practicar a cualquier edad, el riesgo de lesiones es menor y su práctica habitual tiene beneficios para el cuerpo a mediano y largo plazo. Lo mejor es que se adapta a los distintos niveles de forma, ideal para quienes están empezando y es un ejercicio muy completo para deportistas habituales, ya sea en piscina o en aguas abiertas.

Debemos recordar que, en el agua, el peso de una persona es aproximadamente el 10% de su peso normal, y el margen de movilidad es mucho mayor, sobre todo para las personas que más necesitan ponerse en forma y tienen limitada su movilidad ya que el agua soporta el peso de los miembros.

Por lo tanto, es una buena elección para los que quieren hacer ejercicio, y pudieran tener problemas con la práctica de ejercicios en tierra. Por ejemplo, nadar puede ser ideal para embarazadas, para aquellos que sufren artritis, o para quienes padecen problemas de espalda y de peso.

La natación es uno de estos grandes deportes que puedes practicar, ya que trabaja con muchos movimientos del cuerpo a la vez. Para desplazarte en el agua debes mover brazos y piernas, mientras, además, pones atención en flotar y respirar.

Si estás empezando un programa de natación debido a que no estás muy en forma, empieza por nadar una longitud determinada y tomándote a continuación un descanso de entre 30 y 60 segundos de duración. No te fatigues intentando batir récords de velocidad o resistencia “Tómatelo con calma”.

Después de algunas semanas puedes incrementar el tiempo que pasas nadando. Cuando hayas desarrollado cierto nivel de forma, puedes adoptar un programa de calentamiento de 5 a 10 minutos, seguido de entre 20 y 40 minutos de natación con diferentes estilos, y finalizar con un período de cinco minutos de vuelta a la calma con un nado más lento y relajado.

Nadar entre 3 y 5 veces a la semana te proporcionará una gran capacidad aeróbica que fortalecerá la salud de tu corazón y pulmones. Sin embargo, este ejercicio no tendrá efecto en la fortaleza de tus huesos. Por ello, es una buena idea caminar, correr o hacer algún otro ejercicio en tierra debido a la presión que han de soportar los huesos, ayudando a éstos a mantener o incrementar su masa ósea.

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